En reiteradas ocasiones, las principales autoridades de Cuba han llamado a avizorar los problemas y a buscarle desde la marcha, posibles soluciones de forma disciplina y creativa.
Sin dudas, antídotos necesarios contra el virus mortal del burocratismo, que ha afectado por muchos años a la mayoría de los cuadros y dirigentes de nuestros organismos y organizaciones, en detrimento de la población.
Por esta cuerda inteligente, transitan todavía hombres que rompen a su paso lanzas y dogmas, siempre valientes como Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Camagüey.
Personas que desafían desde la legalidad y dentro de los principios de la Revolución lo estipulado, deshaciendo entuertos de forma práctica en busca de corregir el tiro, y allanarle un poco el camino a los agramontinos.
Ejemplos como estos existen poco, pero aún lo vemos, parecen personas raras, extraterrestres, ante el asombro de aquellos que todavía permanecen vendados con las tiras roídas del inmovilismo y la constante y cansina consulta para echar a andar.
Desde la singularidad, sobresale, por ejemplo, la reciente iniciativa de la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (CITMATEL) en Camagüey, colectivo que facilita la navegación oficial en Internet y la mensajería digital a un costo de 4, 50 en moneda convertible.
Ante la poca presencia de usuarios debido a los altos montos de este beneficio en la red de redes, la citada entidad ubicada en la calle República, optó por aplicar la estrategia de fragmentar los precios y establecer a 15 centavos los 2 minutos.
Esta medida ayuda en gran manera, a las personas que no posean los 4,50 en divisas y desean trabajar en Internet por espacio inferior a una hora.
La iniciativa, aplicada solo por CITMATEL, contribuye también a los ingresos del colectivo, pues los pone en franca ventaja con otras entidades como la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) que también prestan el servicio.
Acciones como estas y otras que sin dudas, reportan un beneficio en el necesario desarrollo del país, nos conminan a romper con la barrera del dogmatismo burocrático, para contribuir con hechos desde la base, a la actualización del modelo económico y social en la isla caribeña.
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