miércoles, 2 de enero de 2013

El arte de jugar con seriedad

POR REINIER SÁNCHEZ JACOMINO.

Con el play en el acelerador y a toda máquina, avanza al ritmo vertiginoso de "Mario Kart", la industria del entretenimiento.

Canto de sirena que acoge entre sus mandos y consolas no solo a los chicos de casa, sino también en muchas ocasiones a los más responsables y sensatos del hogar. 



Así de súbito han invadido la infancia de muchos niños una avalancha de equipos, desde el Atari, Nintendo y Gameboy hasta los muy famosos y conocidos Playstation.

Con estos juegos del siglo XXI conviven nuestros hijos, primos y hermanos, conectados como fetos al cordón umbilical de las máquinas en un “Combate mortal”.

Como “Príncipes de Persia” conviven los infantes de hoy, adictos a su trono de lo impersonal, inmersos por las horas de las horas con un “Enemigo al asecho”, a expensas de anquilosar sus mentes y sus cuerpos creyéndose “Dioses de la Guerra”.

En peligro de extinción yacen juegos masivos y sanos, en parques, excursiones, campamentos y otros sitios de recreación.

En este siglo se impone como ropa de marcas el divertimento de la era virtual, vicio dopa a los chicos con interminables horas frente a un monitor o pantalla, para convertirlos en simples esclavos de las nuevas tecnologías.

Un estudio realizado por especialistas estadounidenses, reveló que un chico que pasa mucho tiempo inmerso en juegos digitales de guerras, adopta con posterioridad posturas frías, indiferentes y menos comprensivas que los de su género.

A esta lista negativa se le suman los problemas que causa en la vista, la poca socialización que provoca en los infantes y el robo de tiempo de práctica de recreos donde se ejercite y desarrolle el cuerpo del menor.

Un error fatal seria tirar el sofá por la ventana al prohibir el empleo de esos dispositivos, sin embargo entendidos en el tema del entretenimiento aconsejan regular el uso de estos artefactos.

En los mundos de San Andrea o Yu-Gi-Oh pretenden permanecer enajenados nuestros niños, en nuestras manos se encuentra la responsabilidad de convertirlos en hombres y mujeres seguros, sociables, pensantes, creativos, saludables y que no vivan nunca en su vida personal, con el temor del GAME OVER.

No hay comentarios:

Publicar un comentario