Por: Reinier Sánchez Jacomino
ÉRASE UNA VEZ
La legendaria Ciudad de los tinajones desarrolló la prensa en el territorio desde fecha bien temprana. La siguiente lista de algunos de estos medios nos demuestra la efervescencia periodística que existía principalmente en los sectores más adinerados del territorio:
La Gaceta de Puerto Príncipe (1948)
El Cefiro (1867), dirigido por Don Manuel Borrero y José de Góngora Letamendi.
La Luz (1878), escritores Francisco García, Don Pedro Becerra entre otros.
El Discípulo (1892), escribían en él: Porfirio y Augusto Betancourt entre otros.
El indio Bravo. Su directo fue Raúl Acosta.
El Progreso fundado por Nicolás Guillén y Ramón Duray.
El machete fundado por en 1887 por Ricardo Correoso y Miranda.
El camagüeyano (1885) dirigido por los hermanos Usatorres.
La nueva aurora presidido por Víctor Pacheco Arias.
El boletín de la guerra donde tributaban Manuel Ramón Silva, Próspero Carrera y Vate Morales.
Resulta interesante y curiosa la dicotomía en la trayectoria profesional de Nicolás Guillén (una de las mayores personalidades de la cultura camagüeyana y cubana) durante un periodo de su vida. Muy pocos historiadores, conocedores de su quehacer, han compilado la interesante y talentosa tradición periodística del Poeta Nacional de Cuba. Quizás, por esta condición, muchos han desdeñado su labor en la prensa de la época para centrarse fundamentalmente en su legado poético.
Guillén estuvo estrechamente relacionado durante la primera etapa de su trayectoria como escritor a El Camagüeyano, uno de los periódicos de mayor relevancia y tiradas de la provincia agramontina durante la neocolonia. En este medio de prensa le dio continuidad a la sección Pisto Manchego donde puso de manifiesto sus dotes de excelente cronista y comentarista. La columna de carácter comercial que durante 17 meses escribió Guillén bajo el seudónimo de Interino, reflejó con acierto las costumbres y tradiciones de los camagüeyanos.
DEL PISTO UN POCO
La sección Pisto Manchego fue escrita por Nicolás Guillén desde marzo de 1924 hasta agosto de 1925. En su apretada sucesión de imágenes pueden hallarse fragmentos atractivos así como síntomas germinales de un futuro estilo periodístico. No parece haber en el Poeta Nacional de Cuba, como en otros autores, la oportunidad de plantearse el dilema sobre que cosa fue más importante para él si el periodismo o la poesía. Guillén tuvo desde sus inicios una resonancia pública que se produce a través de su labor de comunicador social. En 1923 dirige la revista Lis de la Sociedad Victoria en su provincia natal. Al fracasar este proyecto se convierte en redactor del periódico El Camagüeyano donde comenzó de corrector de pruebas.
La colección Pisto Manchego fue redactada por Guillén interinamente, de ahí el seudónimo, en sustitución de un periodista español de apellido Santoveña. Este periodista a pesar de haber pasado fugazmente por la ciudad, trazó el rumbo de la sección: “En esta se presentarán un conglomerado de asuntos… unos días escribiré asuntos serios y otros jocosos con el fin de que sea leído por lectores de todos los gustos… ya con esta idea a los comerciantes a quienes agrade la forma pueden solicitar ser anunciados”. (1)
Al principio se trataron en ella asuntos serios que constituían el hilo argumental de cada artículo. Algunos trataban temas generales sobre arte, la cultura y la civilización.
Indiscutiblemente, hay gente q. no tienen la menor idea respecto del buen gusto mas elemental. Frecuentemente se echa uno a la cara sujetos vestidos del modo más extravagante, como si quisieran hacer estallar en todo el q. las mire, las más burlescas carcajadas.
Yo estoy seguro de q. muchos en cuyo ánimo estuviera ridiculizar su indumentaria hasta el extremo de servir de monos a los demás, no lo conseguirían de modo tan perfecto como estos seres de los cuales me refiero.
Como si no existiera en Camagüey un sastre del calibre...Esta mañana me he encontrado en la calle de Cisnero un tipejo vestido en la forma q. paso enseguida a describir: sombrero de paño negro, espejuelos de carey con cristales ahumados, corbata roja con listas amarillas, camisa blanca con listas negras, saco verde de casimir con chaleco blanco de fantasía. Pantalón de seda china (sin planchar); medias cardenales y zapatos amarillos de corte francés...
Estaba q. ni pintado para encaramarse en un camión y salir con una bocina y un piquete de música a pregonar en todas las esquinas las excelencias de La Gran Señora...(Guillén en El Camagüeyano, 16 de marzo de 1925: Pág. 7)
DEL PISTO AL HECHO
Guillén también alude y se cuestiona en esta columna de carácter comercial y jocosa, fenómenos políticos del momento hasta el punto de olvidarse de hacer las referencias comerciales exigidas por quienes financiaban la sección.
Nadie puede quejarse de la actuación de nuestro querido alcalde Dr. De Para. Quien lo hiciera así después de analizar concienzudamente su labor cometería una injusticia tan grande como el que no encuentra animado a hacerse un traje de Leoncio Barrios, sabiendo que es el mejor cortador con que contamos los camagüeyanos.
Hace pocos días De Para llamo a su despacho al Sr. Jefe de Bomberos y le hablo de la siguiente forma ciudadano Primer jefe del Cuerpo de Bomberos Camagüeyanos: he podido notar q. en Camagüey no hay fuegos, aquí el ciudadano “Primer Jefe”, tuvo un gesto de inquietud, muy parecido al q. hace todo el mundo cuando ve tambalearse la cantina, y se aventuro a someter: “ciudadano alcalde, si usted quiere nosotros nos podemos comprometer a q. halla uno cada semana, estamos a su...” “cállese la boca, ¡he dicho que aquí en Camaguey no hay fuego!, a pesar de haber bomberos y esto hace q. empleados no trabajen. Yo no puedo permitir q. siendo yo alcalde, pueda haber quien cobre un sueldo sin dar un golpe, y lo he llamado a usted para advertirle q. si de aquí a mañana no hay fuego, los bomberos de Camagüey serán aplicados a la limpieza de las calles. Puede retirarse”…(Guillén en El Camagüeyano, 17 de enero de 1925: Pág. 7)
Guillén recordaba años más tarde en su libro Páginas Vueltas que la sección consistía en mezclar los temas de las actualidad nacional, mundial o local con el anuncio de productos del consumo diario.
Pisto Manchego se reveló en manos del poeta con inusitada simpatía. Tomó de su antecesor ciertas esencias enriqueciéndolas con nuevos ingredientes periodísticos propios del comentario y la crónica fundamentalmente. Sin embargo el molde junto a su cotidianidad (el diario no recesaba ni los domingos), llevó a una amplia variedad temática. Desde la más interesante hasta la más inusitada.
Yo no se si, como ocurriera antes, todavía se sigue sorprendiendo en plena República a los vendedores de leche al comprobar la pureza del preciado líquido muchas veces adulterado con otros ingredientes.
Le están echando agua a la leche...Una de las cosas que más asombran es la desfachatez conq. estos vendedores de leche proceden...(Guillén en El Camagüeyano, 19 de enero de 1925: Pág. 7)
El comentario de costumbres, tradiciones mediante la crítica, la descripción casi fotográfica, de festejos, formas de vestir, de hablar, proyectarse en la sociedad entre son parte del periodismo costumbrista hecho por Guillén en este periodo. El artista no solo se burla con altanería imperceptible, sino asume el oficio con determinada dignidad.
Heme aquí amabilísimos lectores fabricando el Pisto de hoy… Este Pisto necesariamente debe ser corto, y debe serlo porque me ha ocurrido algo q. maldita la gracia q. me hace: se me ha olvidado hacerlo.
He llegado temprano como siempre ha mi labor... Para mí, el Pisto era ya una cosa hecha. Ayer lo he escrito, pensaba, lo he dado a las máquinas y aquí debe estar la prueba-hasta hice el propósito, en mi divagación, de escribir el Pisto con tiempo- un día de anticipación -para pulirlo, limarlo, limpiarlo de toda impureza gramatical y hacer q. saliera prestigioso y brillante, siendo desde el punto de vista literario algo así como...
Pero he aquí q., cuando más enfrascado estaba yo en disquisiciones ha venido el encargado del taller y me lanzado esta frase tremenda:
- Falta el Pisto para hoy.
Pero ¡como! ¡No le he dado yo ayer! Me acuerdo q. en él hablo de... - usted no ha dado nada; Interino.
El hombre, al fin y al cabo ha logrado convencerme y heme aquí...
(Guillén en El Camagüeyano, 20 de febrero de 1925: Pág. 7)
HERENCIA DE COSTUMBRES
Podríamos preguntarnos ¿de dónde le viene la herencia? Todavía quedan resonancias del costumbrismo de Mariano José de Lara, que sin dudas debe haber conocido a Santoveña y con él a Guillén. Sin embargo se conoce de la existencia de una larga tradición costumbrista en la prensa cubana.
Roig de Leushering expresó que en ya en le número nueve de El papel periódico de La Habana se encontró el primer trabajo crítica de costumbres habaneras de aquellos tiempos. A tal magnitud llegó el interés por dicha vertiente que se solicitaba a los literatos colaborar con artículos de ese corte, para contribuir al mejoramiento de las costumbres ciudadanas. La solicitud fue escuchada y provocó una polémica entre los redactores del diario y los suscriptores que colaboraban. Este método también lo empleó con frecuencia Guillén como apoyo o pie forzado para tratar temas cotidianos de los citadinos camagüeyanos.
El autor del Negro bembón realizó sus trabajos costumbristas con la frescura del cubano sencillo que siempre lo caracterizó. Difícil arte donde el autor se convierte en escritor y fuente a la vez de un hecho netamente apreciativo pues resulta en la mayoría de los casos, la visión propia del periodista sobre un hecho cotidiano.
Yo alabo la felicidad de las personas q. tienen tiempo para ocuparse de las cosas q. les interesan personalmente, y además, de las q. afectan a los individuos q. la rodeen.
Nunca he podido yo estar pendiente de la vida de los demás, y mucho menos, por tanto, disponerme a dar consejos q. no se me piden y a trazar líneas de conductas de los q. no han tenido la habilidad o la suerte de andar derechos por la vida.
Como que al final del asunto un “y a usted q. le importa”rotundo y arisco es todo lo q. sacas.
Por todo esto es por lo q. siempre me causa pésimo efecto aquellos individuos q. viven de los otros y en todo momento tratan de corregirla sin contar q. muchas veces lo q. hacen es tratar de amoldar la mentalidad extraña- muy digna de respeto- a la suya, q. estima mejor organizada…(Guillén en El Camagüeyano, 17 de febrero de 1925: Pág. 7)
No es descabellado pensar todos eso temas confluyen en Guillén, unas por vía directas (padre periodista con nutriente biblioteca), otras indirectamente (el contacto con sus amigos humildes de su ciudad natal). Sus Pistos son el espacio donde ejerce el criterio con profundidad pero con el humorismo genuino del futuro autor de Motivos de Son. Capítulo aparte merecen sus preocupaciones culturales en la ciudad sobre todo las que se refieren al idioma o las normas de educación formal, muy frecuentes en la sección.
En realidad señoras y señores, cabe preguntar muchas veces que idioma hablamos sin que se nos tache de ingenuos o ignorantes… Esta bien que cuando una idea cualquiera no puede ser cabalmente expresada sirviéndonos de una voz castellana, recurramos a los idiomas extranjeros… pero por Dios porque decir girl, cuando existe la palabra muchacha…(Guillén en El Camagüeyano, 25 de enero de 1925: Pág. 6)
En el Pisto todo no utilizó siempre la crítica como elemento de fondo. También busca la forma de admirar lo peculiar del entorno camagüeyano. Comenta y emplea giros lingüísticos coloquiales y modismos regionales verdaderamente ingeniosos. La práctica de composiciones en verso también fue retomada por este poeta en sus Pistos.
En Pisto Manchego Camagüey aparece reflejada geográfica y sociologicamente. Lo que hubiera sido en otras manos puro anuncio, deviene crónica en las manos de Guillén. Es sus artículos, se identifican calles, tiendas, edificios y plazas pero también se reflejan con ahínco las problemáticas sociales que preocupaban al periodista. Asuntos como el desarrollo citadino, la insalubridad, la ineficiencia del transporte tranviario, la suciedad de las calles entre otras ineficiencias son denunciadas con un magistral giro periodístico.
Me causa mal efecto ver a algunos camagüeyanos celebrando el carnaval.
Opino q. se atenta con ello contra nuestras tradiciones, q. fijan la fecha suprema de nuestras alegrías y de nuestros entusiasmos en el mes de junio. Hay en esto mucho de imitación, es cierto; pero es eso lo q. me da rabia porque considero esa imitación absolutamente innecesaria...
(Guillén en El Camagüeyano, 26 de febrero de 1925: Pág. 7)
En esta variedad de propuestas se palpa un pensamiento humanista, condenador de males como el racismo y la politiquería demagógica, en un enfrentamiento latente contra cualquier señal denigradora de la conciencia nacional.
Nos estamos americanizando demasiado. Si no hay una fuerza salvadora que ataje a tiempo esta disolución de nuestra personalidad, no solamente bailaremos y cantaremos en inglés, sino que llegaremos a pensar en inglés también…
(Guillén en El Camagüeyano, 22 de enero de 1925: Pág. 7)
Guillén asumió el periodismo como un oficio riguroso, detalladamente esgrimido como instrumento de fustigación social pero también de autoanálisis. Se apasiona contra el mal periodismo y dice que este sabe a pólvora por lo cursi y ridículo. Sin embargo el poeta no desconoció su responsabilidad de comunicador social.
La prosa de esta columna se compone de los mejores ingredientes de expresiones lingüísticas y comunicativas, logrando un equilibrio entre la culta fineza del lenguaje y la agilidad conversacional de quien sabe escuchar en la calle.
Vengo horrorizado con lo q. acabo de ver.
La visión espantosa salta todavía ante mis ojos y pone en mi espíritu estremecimiento desconcertante.
Figuraos, amadísimos lectores míos, q. hoy por la mañana, cuando con más ánimo me levantaba dispuesto para venir a llenar mi diaria tarea, cuando más lejano me hallaba de las graves especulaciones gramaticales, he visto ¡Oh cielo! un letrero q. me ha desconcertado por completo y me ha hecho torcer el rumbo plácido de mi pensamiento.
Yo acabo de ver esto:
“Ce benden uevos del pais y poyos jobenes. Se jarantizan que son de patio y ay muchos que son de rasas. Ce dan varatos”(Guillén en El Camagüeyano, 28 de febrero de 1925: Pág. 7)
Sin lugar a dudas Guillén, la sección Pisto Manchego contribuyó desde el buen periodismo, a exaltar los valores de la verdadera prensa cubana criolla. Reflejó desde los detalles más generales hasta los más inverosímiles de esa ciudad que él denominó: “… suave comarca de pastores y sombreros…” (2)
CUENTAS CLARAS…
Pisto Manchego jugo su papel en El camagüeyano durante el tiempo en que fue escrito por Guillén. El Interino, contribuyó quizás sin proponérselo, a dejar un excelente trabajo que ha servido como fuente documental de las costumbres del vetusto Camagüey.
No por gusto la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) de la provincia creó hace varios años el concurso Pisto Manchego para los trabajadores del sector. Su función radica en resaltar el quehacer de los periodistas de la región y honrar cada año a Nicolás Guillén. Quedarán sin dudas estas crónicas y trabajos como ejemplo y enseñanza para el periodismo actual donde no es costumbre encontrarse trabajos costumbristas.
Y acerca del dilema, ya casi universal, sobre la literatura o la poesía y el periodismo el mismo escritor se encargaría de responderla cuando expresó: “He dicho muchas veces y lo repito que soy periodista y además poeta”. (3)
Bibliografía:
Augier, Ángel. Elegía camagüeyana, Nicolás Guillén. Obras Completas.
Tomo I, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2002
Guillen, Nicolás. Pisto Manchego, El Camagüeyano, Camagüey, 1925.
Labrada, Eduardo. Historia de la prensa en Camagüe y, Editorial Acana, Camagüey,1992.
Citas bibliográficas:Labrada, Eduardo. Historia de la prenda camagüeyana: Pág. 47.
Augier, Ángel. Nicolás Guillén. Obras Completas. Tomo I: Pág. 261
Guillén en Gonzáles Oneyda, Para saborear Pisto Manchego: Pág. 21.
Guillén en El Camagüeyano, 16 de marzo de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 17 de enero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 19 de enero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 20 de febrero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 17 de febrero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 25 de enero de 1925: Pág. 6
Guillén en El Camagüeyano, 26 de febrero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 22 de enero de 1925: Pág. 7
Guillén en El Camagüeyano, 28 de febrero de 1925: Pág. 7
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