Un secreto a voces corría de boca en boca antes de la bella gala de Zurich este 7 de enero, Lionel Messi se convertiría en el único futbolista de la historia que ha conseguido 4 balones de oro y todos de forma consecutiva.
Con una meteórica carrera deportiva, este joven de tan solo 25 años y oriundo de Rosario en Argentina, ha revolucionado el mundo del fútbol por la facilidad con que rompe record y consigue títulos personales y colectivos.
El bolso de La Pulga se encuentra lleno de premios y elogios, sin embargo, su modestia y sencillez lo encumbran mucho más en un deporte que sufre constantemente el lastre de conductas chovinistas y racistas por doquier.
A pesar de haber reconocido que no fue el 2012 de los mejores años de su carrera, los 91 goles del rosarino junto a sus estratosféricas estadísticas que ilustran su efectividad de cara a la portería y su visón de juego mediante un gran número de asistencias, corroboran que el palmarés anual de esta gran persona parece sacado de un cuento.
El pasado año dejó algunos sabores dulces para el mundo del deporte en sentido general con enormes actuaciones de hombres como el ajedrecista Magnus Carlsen con sus 2861 de ELO, 12 por encima del récord histórico del ruso Gary Kasparov.
El bólido Usain Bolt también puso una cuota de diamante al conquistar tres nuevas medallas olímpicas con record incluido en el 4X100, destrozando las esperanzas de su colega Johan Blake.
En este selecto grupo también destaca la titánica proeza de Michael Phelps quien se convirtió en el deportista con más medallas en juegos de los 5 aros, al ganar 6 preseas en Londres y totalizar 22 en el ocaso de su carrera deportiva.
Entre estas pléyades se encuentra La Pulga, con un techo inmedible para los humanos. Por lo pronto Lio descansa en el Olimpo del deporte mundial, donde ayer y hoy cohabitan unos pocos escogidos y a pesar de esta altura, Messi como pocos, tiene bien puesto los pies sobre la tierra.
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