sábado, 31 de julio de 2010

Las predicciones del pulpo Paul tienen un alto precio


El colmo del mercantilismo y la falta de respeto por las personas nos llega de la mano, o mejor dicho de los tentáculos del famoso pulpo Paul que tanto dio que hablar en los medios de todo el orbe durante el recién finalizado mundial de fútbol Sudáfrica 2010.

El cefalópodo adivino ubicado en el acuario turístico alemán de Seaworld, asombra otra vez al mundo, y esta vez no es por sus predicciones futbolísticas sino debido a la irreverencia de sus dueños al asignarle al famoso octópodo un representante que gestiona sus pronósticos.




Parecería de risas si la estratagema mercantilista no indignara por lo descabellado del asunto. Y es que en este mundo de locos cualquier cosa se convierte en mercancías a costa del disfrute ciudadano.

Según algunos periodistas del diario español Marca, de paso por el acuarium propusieron que el pulpo eligiera entre tres urnas para ver si era capaz de adivinar el ganador del Mundial de Fórmula 1 entre las escuderías McLaren, Ferrari o Red Bull.

Lo del pulpo Paul realmente empieza a pasar de castaño a oscuro como lo bautizara el diario español, Chris David, el llamado manager de animal, anuncia sin cortapisa ante la presencia de observantes que grabar imágenes cuesta 15.000 euros. Es sencillamente la tarifa para “entrevistar” a la ya exclusiva estrella marina. Además se indaga si el medio, televisión o periódico, trabaja en cadena con otros, en busca de acrecentar el espectáculo.

Nada, que quien pretenda conocer de antemano algún que otro suceso, ahora tendrá que tener indiscutiblemente la cartera llena o recurrir a otras técnicas de adivinación. Pues sin preguntarle al pulpo Paul, sin dueños le han puesto un alto precio para comerse un mejillón.

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